En una empresa, cuando nos interesa identificar señales débiles vinculadas al burnout, podemos decir que ya hemos hecho mucho.
Las señales débiles más significativas pueden ser:
- Cambios repentinos en la actitud de un empleado,
- su aislamiento,
- Una queja más o menos explícita,
- Una oposición permanente,
- Un proceso de delegación que se está volviendo difícil,
- Una huida o renuncias.
Les pedimos que den un paso atrás y se ausentan o incluso insisten en detalles en una lógica de control.
Para prevenir el agotamiento, es esencial entender lo que está sucediendo.
Identificar y abordar el sufrimiento.
Si en la empresa se identifica a alguien que intenta nadar tratando de tocar el horizonte, se hace imperativo replantear el trabajo;
Sin embargo, la proximidad puede no ser efectiva. Este tipo de problema es generalmente responsabilidad de los representantes del personal, la función de recursos humanos, un referente de RPS. De hecho, es mejor tener una asociación de gerentes para una mayor eficiencia.
En nuestro sistema de prevención, cuando por ejemplo percibimos una adicción a la acción, creemos que los gestores locales son competentes al principio pero no a medio plazo.
Todo el desafío en la empresa es sensibilizar a los empleados sobre la identificación de señales débiles para que tengan el reflejo de alertar, o incluso ser relevos que permitan enviar personas para consultas individuales o colectivas.
En caso de agotamiento, se prefiere la consulta individual.
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